EL VINO EN LA HISTORIA
El vino, producto natural de la química entre la uva y microorganismos muy complejos, ha causado al hombre una gran curiosidad a través de toda su historia. A partir del Siglo XIX, Luís Pasteur dará un comienzo de explicación gracias a la química moderna. Debido a sus descubrimientos, él afirma que “el vino es la más sana e higiénica de las bebidas”, siguiendo así los preceptos de Hipócrates, quien, desde la antigua Grecia, usaba el vino en la mayoría de sus terapias y desinfectaba las heridas de sus pacientes y sus instrumentos de cirugía con él.
La humanidad lo había intuido, asumiendo el origen divino de este brebaje en numerosas civilizaciones. Es así como lo Egipcios lo atribuyen al dios Osiris y más antiguamente al dios Shesmu, que confunde a menudo el vino y la sangre, prensando, a su vez, cabezas humanas y uva. Los Hebreos y los Católicos designan al patriarca Noe, en tanto los Griegos nombran a Teseo y Dionisos como descubridores o creadores de semejante néctar. Los Romanos guardan esta costumbre griega de un dios que se honra con vino y Dionisos se convierte en Bacchus (Baco). Como sea, el origen del vino siempre ha dado lugar a una extensa mitología y es curioso notar que los personajes míticos ligados al vino son siempre muy cercanos a la vida cotidiana.
Si bien es cierto no se cree que fueron los primeros en elaborar vino, se puede afirmar con certeza que son los Egipcios quienes domestican la actividad de cultivo de la vid desde el 4000AC en el delta del Nilo. Según las investigaciones, no habría existido la vid en estado salvaje en Egipto. Son ellos quienes empiezan a elaborar técnicas más avanzadas para el criado de uvas y crean la vitivinicultura, como el arte de cosechar uvas, prensarlas, macerar, fermentar y guardar los jugos. El método de prensado egipcio perduró durante muchos siglos en la vitivinicultura. Las primeras “etiquetas” sobre ánforas de vino, con información sobre el productor, nos vienen de la primera dinastía. Egipto es el pionero de los productores de vino en el mundo y el comercio del vino egipcio en el Mediterráneo fue lo que impulsó el desarrollo de la economía durante varios siglos en la región, junto al comercio del aceite de oliva.
Desde entonces, podemos hablar de una cultura social del vino en el Mediterráneo, que conducirá a los Griegos y luego a los Romanos a atribuir el preciado brebaje a la bondad de un dios.
Por su parte, los chinos fueron buenos conocedores del arte de fermentar el mosto de la uva y los primeros en reglamentarlo.
Hacia el siglo XVI, la vinicultura se practicaba ampliamente en Francia, siendo uno de los mayores productores de la época.
En Chile, la viticultura se remonta al siglo XVI, en tanto la segunda mitad del siglo XX fue notable por los avances técnicos, tanto en el campo de la viticultura como
de la vinicultura. De hecho, en ningún otro momento de la historia se ha producido tanto vino y de tan buena calidad.